Nos
deseábamos, lo disfrutamos y se terminó.
Después
de una semana llena de puro sexo, vuelvo a mi vida normal; estoy en mi
departamento analizando todo lo que he vivido con él y sí que lo disfrute, aun
siento sus manos sobre mi piel, el dentro de mí y su única forma de hacerme
suya. No me arrepiento de lo que hice ni de lo que no hice, disfrutamos el
momento y se acabó.